Estrategias para mejorar la competitividad de tu empresa
Samuel escribió este artículo el 05/02/2018, en la categoria: ERP
Las empresas viven en un entorno en el que todo ha cambiado y la renovación constante se ha convertido en una dinámica arrolladora. No tomar medidas para mejorar la competitividad en el momento actual, a la velocidad a la que surgen nuevas tecnologías y nuestros competidores toman posiciones, es sencillamente una locura.
Por eso en este post nos gustaría compartir contigo algunas estrategias que te pueden ayudar a mejorar tu competitividad como empresa. Ten en cuenta que muchas de ellas implican tener un conocimiento profundo de las tendencias y las dinámicas del mercado, así como una inversión a largo plazo para buscar una mayor satisfacción del cliente.
Estrategias que debes poner en marcha para mejorar la competitividad de tu empresa
Hay multitud de ámbitos en los que las empresas pueden intentar mejorar su competitividad. Al mejor la competitividad, no sólo podemos obtener una mayor rentabilidad, sino fortalecer y consolidar nuestra marca de cara al futuro, crecer y expandirnos a otros mercados, y sobre todo, generar confianza en nuestro público objetivo.
Veamos diferentes estrategias para mejorar la competitividad que puedes poner en práctica en tu negocio.
1. Aumentar la satisfacción de los clientes
Vivimos en un entorno cada vez más personalizado, y en el que además cada vez es más fácil recoger información de clientes. También disponemos de más canales de comunicación para poder gestionar nuestros contactos y listas de clientes. En este sentido, herramientas como el CRM se ha convertido en uno de los instrumentos estratégicos clave para aumentar la satisfacción de los clientes.
¿Cuál es la reacción de nuestros clientes al comprar un producto? ¿Qué imagen tienen de nuestra marca? ¿Con qué nos asocian? ¿Cómo es nuestro servicio posventa? ¿Cuáles son las principales quejas de nuestros clientes cuando no están satisfechos? Trabajar en este área es fundamental para que tu empresa pueda solucionar sus defectos y posicionarse como un negocio que realmente deja satisfechos a sus compradores.
2. Optimizar los procesos de trabajo
Es decir, invertir en productividad. Pero productividad no es hacer más pero con menos calidad, sino crear una estructura de procedimientos y coordinar equipos de trabajo para que realmente se puedan conseguir unos objetivos. Lo que no se mide, resulta muy difícil de mejorar. De ahí que muchas grandes empresas apuesten por herramientas como el control de presencia y gestión de recursos humanos.
A todos los niveles, sin embargo, es posible medir, controlar, monitorizar y mejorar los procesos de trabajo. Pero primero tienes que conocerlos, determinarlos y buscar la manera de evitar problemas como el presentismo, el absentismo y la dispersión a la hora de que cada empleado realice sus tareas.
3. Busca la innovación y el desarrollo de nuevos productos
Muchas empresas dependen única y exclusivamente de productos de proveedores, no desarrollan productos. En este sentido, la innovación parece un terreno reservado a las empresas que apuestan por la fabricación de sus propios productos, o que cubren todas las fases de trazabilidad de un producto.
En cualquier caso, una empresa que quiera ser competitiva tiene que ser innovadora. Y la innovación pasa por un profundo conocimiento de las necesidades de tus clientes, una investigación exhaustiva y constante de tus productos y una inversión adecuada en la mejora y la gestión de los mismos, así como en el diseño y creación de otros nuevos en un entorno cambiante y en el que continuamente surgen nuevas necesidades.
4. Internacionalizarse o expandirse
Si tu empresa quiere ser competitiva, otra de las claves que debes tener en cuenta es la necesidad de internacionalizarte o expandirte. No todas las empresas salen a vender en el extranjero, pero hoy día las posibilidades son mucho más atractivas en muchos sectores gracias a las posibilidades que te abre Internet y el comercio electrónico.
Para ser competitivo, debes replicar tu modelo de negocio una vez hayas logrado consolidarlo y exportarlo a otros mercados, teniendo en cuenta que deberás buscar las similitudes y considerar que a veces puede haber diferencias (culturales, legales, etc.) que pueden hacer el proceso de internacionalización más difícil.
5. Optimizar costes
Y por último, y no menos importante, es esencial que tu empresa pueda reducir costes y tratar de hacer más con menos. Cuanta más liquidez y rentabilidad puedas obtener por las actividades empresariales que estás realizando, generalmente será mejor para tu negocio. Ahora bien, no queremos decir con esto que reducir costes siempre sea la solución; de lo que se trata es de reducir costes innecesarios, tratar de automatizar el mayor número de cosas y obtener ventajas competitivas del uso de la tecnología.
Por ejemplo, muchas empresas están observando ya los beneficios de la digitalización y el uso de programas de gestión en la nube para reducir gastos en términos de costes de mantenimiento y adquisición de licencias de programas, o programas formativos para los responsables de gestionar el software empresarial. Y no sólo eso, el uso de software ERP está ayudando también a las empresas de tamaño pequeño y mediano a optimizar la toma de decisiones, logrando resultados mucho más eficaces y pudiendo aprender de sus errores.
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