Por qué es importante planear un presupuesto para tu empresa

Toda tu empresa debe tener un presupuesto de inversión. Tanto si te encuentras en el sector servicios como en la industria, lo lógico es que tengas unos costes fijos y unos costes variables. Sin embargo, la forma en la que distribuyas tus gastos puede ayudarte a conseguir mayores beneficios si llevas a cabo una buena distribución del gasto.

En este artículo te mostraremos las ventajas de planificar y mantenerte fiel a un presupuesto, algo esencial para controlar y gestionar tus gastos de manera efectiva.

Beneficios de planear un presupuesto en tu negocio

Muchas veces, las empresas toman decisiones de gasto de acuerdo a elucubraciones, corazonadas o el criterio exclusivo del gerente o socios. Estos pensamientos no siempre parte de un conocimiento exhaustivo de los datos, sencillamente porque no se dispone de una información completa, fidedigna y precisa sobre qué es lo que funciona y qué es lo que no.

Las empresas que disponen de un software de gestión empresarial llevan años acumulando datos. Pueden observar con relativa facilidad qué resultados les han arrojado sus decisiones de inversión, cómo está estructurado su negocio y en qué líneas estratégicas se está moviendo la empresa.

Planificar el presupuesto de nuestra empresa nos ayuda a racionalizar, contrastar y monitorizar los gastos derivados de nuestra estrategia empresarial. Entre otros beneficios, planear presupuestos te permite:

1. Control del gasto

Las decisiones de gasto no se tomarán de manera impulsiva, sin un análisis previo. Esto es algo que podría mermar los beneficios de la empresa, por lo que el establecimiento de un plan debe ser prioritario para tener claro a dónde nos dirigimos.

No se trata de vender a toda costa, sino de vender obteniendo beneficios. En este sentido, los gastos deben contabilizarse y analizarse de acuerdo a su pertinencia e influencia en el resultado final.

2. Control de la liquidez

Si se realiza una planificación del presupuesto y se cumple, tendremos también un control más exhaustivo de la liquidez. No generaremos problemas de tesorería como consecuencia de una toma de decisiones peregrina, basada en cambios repentinos de estrategia o intentos de mejora que pondrían en cuestión la estrategia de la empresa.

Para que una estrategia dé sus frutos, ha de otorgarse un período de tiempo, unos medios, unas métricas y unas herramientas de análisis para ver su éxito. Incurrir en nuevos gastos en función de la liquidez que haya en ese momento conduce a la empresa generar problemas de tesorería.

3. Maximización de beneficios

Cuando se destina un presupuesto a las áreas que mejor funcionan, se está buscando la maximización de la eficacia y la maximización de beneficios. Los gastos no planificados deben tratar de reducirse al máximo para que estos no reduzcan el beneficio de las inversiones que ya han probado resultar positivas para el crecimiento de la empresa.

Los nuevos gastos de inversión suelen suponer también un mayor riesgo y posibilidad de fracaso. Aunque no hay que dejar nunca de innovar, ni de buscar nuevas oportunidades, todo debe hacerse sin comprometer la marcha y el crecimiento del negocio en aquello que ha demostrado ser útil y generar un beneficio exponencial.

4. Conocimiento de tu estructura de inversión

¿Cuánto gasta tu empresa en publicidad? ¿Qué beneficios obtienes de la publicidad? ¿Cuánto gasta tu empresa en salarios? ¿Qué beneficios obtienes del trabajo de tus empleados? Muchas empresas no disponen de herramientas, ni sistemas de medición para analizar realmente el retorno de la inversión, ni saben cómo está estructurada la inversión, ni si esa estructura es la más adecuada.

Eso se debe a que, en muchos casos, especialmente las PYMEs, no analizan en profundidad su estructura de inversión, ni la eficacia de sus inversiones. Esta ausencia de mecanismos de control sólo se pone en marcha en los momentos en los que empresa está experimentando pérdidas. Sin embargo, cuando se obtienen ganancias, las empresas tienden a relajarse y olvidar la importancia del análisis para saber cómo actuar en el futuro.

A lo mejor sería conveniente reducir la inversión en un área y aumentarla en otra. O viceversa. La cuestión es que, si no se estudia y analiza, es imposible tomar esa decisión, por lo que es posible que la empresa esté dejando de ganar dinero. El gasto tendría así un mayor peso en la cuenta de resultados de la empresa.

5. Mayor estabilidad para tu negocio

Cuando conoces cuánto gastas, qué gastos se han previsto y cuáles no, en qué momentos es posible gastar y cuánto puedes hacerlo, estás dotando a tu empresa de una mayor estabilidad.

Eso también te permite dilatar en el tiempo la toma de decisiones. En lugar de decidir impulsivamente si vas a invertir en un área o no, puedes dedicar el tiempo necesario a estudiar el mercado y conocer si dispones las herramientas necesarias para poder hacerlo con éxito.

Las empresas que apuestan por el análisis se caracterizan por la calma y el control, no experimentan grandes sustos en la tesorería y toman decisiones más sensatas y que obedecen más a la evidencia de los datos que a la especulación.


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