Cómo ubicar las mercancías en el almacén

Uno de los problemas en la gestión de almacén puede tener que ver con la ubicación de las mercancías. ¿Están bien ordenadas y clasificadas las mercancías en tu almacén? Piensa que a lo largo del día los operarios de tu almacén realizan una serie de movimientos para gestionar la entrada y salida de productos. Si no se hace una buena gestión de las rutas y el tiempo, es muy probable que tu almacén presente numerosas ineficiencias.

Por ejemplo, necesitan extraer productos de las estanterías para llevarlos a la zona de picking y de ahí realizar los procesos documentales para la expedición de los artículos en la zona de carga. Pero si se pierde mucho tiempo en localizar o extraer los productos, ya que los operarios tienen que realizar múltiples viajes, el resultado es un mayor tiempo invertido.

Al final del día quedan pedidos que no se han procesado por el exceso de complejidad en la gestión de almacén. Y el resultado acaban pagándolo tus clientes en forma de retrasos, o peor, recibiendo productos equivocados si no estaba bien etiquetado o se ha producido cualquier confusión.

En este post, vamos a mostrarte la importancia de ubicar las mercancías en el almacén de manera eficaz y correcta de cara a prevenir estas ineficiencias.

¿Cómo ubicar las mercancías en los almacenes?

A la hora de ubicar las mercancías en los almacenes, hay que tener en cuenta en primer lugar el tipo de almacén del que estamos hablando.

Puede ser un almacén de tránsito, al que llegan mercancías de tu almacén principal y está orientado a ofrecer un servicio rápido de recogida y envío de mercancías que se han empaquetado y etiquetado, y únicamente tienen que pasar de un camión a otro.

Pero también puede tratarse de un almacén destinado al almacenamiento de mercancías que te llegan desde los almacenes de tus proveedores, o desde tus propias fábricas. Sea cual sea el caso, veamos qué aspectos debes tener en cuenta.

1. Maximiza el espacio disponible

Ubicar correctamente las mercancías en los almacenes significa hacer un buen aprovechamiento de los m2 de los que dispones. De otro modo, estarías invirtiendo unos recursos excesivos, lo que a nivel financiero no es conveniente.

Por otra parte, debes tener en cuenta que en tu almacén debe haber una zona de picking y una zona de envío lo suficiente amplias para poder establecer rutas que faciliten los movimientos de almacén.

2. Organiza el espacio de almacén por zonas

En la operativa diaria de un almacén hay que realizar diferentes funciones, y cada una tiene una importancia esencial.

Dentro de estas funciones hay que destacar las zonas de carga y descarga, las zonas de almacenamiento, las zonas de picking (preparación de pedidos) y las zonas destinadas a la logística inversa (gestión de los productos devueltos).

En muchos almacenes también se crea una zona específica para las productos de alta rotación, es decir, aquellos que se venden de manera continua, y por tanto, deben procesarse a una mayor velocidad, por lo que no deben verse perjudicados por la preparación del resto de pedidos, que puede llevar más tiempo.

3. Crea un flujo de mercancías rápido

¿Sabías que en muchos almacenes las mercancías se llevan directamente a la zona de envíos? El objetivo es facilitar un flujo de mercancías lo más rápido y eficaz posible, evitando que las mercancías se acumulen en tu almacén.

Piénsalo, hay productos que literalmente tan pronto como llegan a tu almacén, tienen que irse. No pasan ni 24 horas hasta que los has consumido. Por tanto, no tiene ningún sentido perder tiempo en llevarlos a la zona de almacenamiento. No obstante, sí que deberían constar en tu inventario, y para eso es muy importante contar con un software de gestión de almacén e inventario adecuado.

4. Crea rutas de almacén de acuerdo con la normativa

Un almacén debe estar correctamente señalizado y organizado, según la maquinaria que utilices, como carretillas elevadoras, carretillas de mástil retráctil y transpalés. Diseña rutas de almacén orientadas a que la maquinaria pueda desplazarse con seguridad.

Esto debes hacerlo recogiendo en cuenta las disposiciones legales, recogidas en el Real Decreto 1215/1997, con respecto al uso de los equipos de trabajo, así como en la UNE 15635:2010 que regulan el almacenaje en estanterías metálicas, y la norma UNE EN 15620:2009 para estanterías metálicas regulables para cargas paletizadas.

5. Ordena los productos según categorías y afinidades

Hay productos que deberían estar cerca en tu zona de almacenamiento, ya que cuando los operarios se dirijan a extraerlos para llevarlos a la zona de preparación de pedidos, no tengan que hacer dos viajes.

Se trata por ejemplo de los productos complementarios, como un tablet y una funda de tablet, o una mesa de comedor que se vende con sillas a juego. Es altamente probable que se compre todo en conjunto, por lo que deberían estar clasificados y ordenados en la misma zona de almacén para facilitar la extracción y el transporte.

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