¿Qué diferencia hay entre los costes y gastos fijos y variables?
Samuel escribió este artículo el 19/04/2021, en la categoria: PYMES
Es muy importante que las pequeñas y medianas empresas distingan entre costes y gastos. Y también entre costes fijos y variables (y gastos fijos y variables). Muchas veces, si tenemos los conceptos equivocados, se pueden tomar decisiones económicas que afecten negativamente a nuestro negocio.
Por ejemplo, si tu empresa no ingresa lo suficiente para sufragar el coste fijo, quizás no tengas un buen modelo de negocio. Aunque hay temporadas en las que hay más ingresos y otras con menos, lo cierto es que no debes permitir que haya desequilibrios demasiado grandes.
En este artículo te mostraremos qué son los costes fijos y variables, en qué se diferencian de los gastos, qué son los gastos fijos y variables y por qué es esencial que mantengas tus gastos controlados para el bienestar financiero de tu negocio.
Qué son los costes y en qué se diferencian de los gastos
Antes de definir qué son los costes fijos, debemos ver las diferencias entre costes y gastos. Muchas veces estos dos conceptos se confunden, pero no son lo mismo.
- El coste está inevitablemente ligado a la producción de bienes y/o servicios por parte de la empresa. Es el dinero que se destina a pagar los activos directamente vinculados con la actividad de la empresa.
- El gasto está destinado a pagar otras actividades, que no son propias de la empresa, pero que son necesarias. No está directamente vinculada con la actividad de la empresa.
Para que lo veas más claro, deja que te lo expliquemos con un ejemplo. Si tienes una empresa de fabricación de zapatos y tú pagas a una asesoría para que haga el trabajo de la contabilidad, eso sería un gasto, no un coste. Lo que pagas a la asesoría no está directamente vinculado con la producción.
En cambio, todo aquello que esté relacionado con la fabricación de zapatos sería un coste. Por ejemplo, las materias primas que necesitas para producir los zapatos. También sería un coste la mano de obra, ya que sin ella no podrías producir los zapatos.
Tanto los costes como los gastos pueden ser fijos o variables, en función de si se pagan de manera habitual o puntual. La diferencia fundamental se encuentra en si tienen que ver directamente con tu actividad o no.
Diferencia entre los costes fijos y variables
Entrando un poco más en materia, los costes fijos son aquel volumen de dinero que necesitas para producir bienes o realizar servicios a tus clientes, pero que tienes que pagar de manera habitual.
Por ejemplo, el coste del local o planta en el que tienes las máquinas para producir tus productos, es un coste fijo. Pagas el mismo alquiler todos los meses. El coste de los salarios de tus operarios también es un coste fijo, ya que tienes que pagarles un salario todos los meses.
En cambio, el coste de las materias primas sería variable; depende de cuánto produzcas cada mes. No estás obligado a comprar una determinada cantidad de materias primas, a menos que tengas un contrato que te obligue a ello.
Diferencia entre los gastos fijos y variables
Estaría entonces ya más claro en qué consisten los gastos fijos y variables. Si los gastos es aquella cantidad de dinero que no tiene que ver con tu producción, pero que es necesaria para el funcionamiento de la empresa, los gastos y variables tendrán que ver con la naturaleza de esos gastos, si son variables o invariables.
Por ejemplo, el coste eléctrico es variable, ya que no gastas la misma electricidad todos los meses. Depende de muchas variables, y no todas tienen que ver con tu consumo, que también. En los meses de verano quizás pagas más gastos eléctricos por el uso de aire acondicionado. Pero el precio también puede variar por factores externos.
Un gasto fijo de tu empresa sería por ejemplo el coste del seguro, ya que pagarías la misma prima de manera invariable todos los meses. También si pagas una tarifa plana para el uso de Internet. Y se incluiría aquí también los costes de personal que no están directamente vinculados con la producción, como el personal de seguridad o el personal administrativo.
Cómo gestionar tus costes y gastos
Para que tu negocio sea rentable, hay que tener en cuenta tanto los costes fijos como los costes variables, pero también los gastos fijos y variables.
La suma de tus costes fijos y variables debe ser inferior a tus ingresos. Por ejemplo, si vendes tus productos a 25 euros y el coste variable de producirlos es de 12 euros y el coste fijo de 4 euros por cada unidad producida, tendrías un beneficio bruto de 9 euros de beneficio por cada unidad vendida.
Pero estos 9 euros que obtienes de cada unidad vendida no son equivalentes al beneficio bruto de tu empresa, ya que tendrás que descontar todos los gastos que no están relacionados con tu actividad directamente. Por ejemplo, el coste de la asesoría, los gastos de papelería, el sueldo del personal administrativo...
Muchas empresas pueden tener pocos beneficios porque sus gastos son demasiado altos. Hablamos de dinero que gastas, de manera fija o variable, pero que no está directamente relacionado con tu actividad. Por ejemplo, el consumo de productos de papelería. Tu empresa no tiene nada que ver con la papelería, pero si estás llevando la administración de forma tradicional, tenderás a imprimir mucho papel.
Reducir tus gastos, tanto fijos como variables, ayuda a que tu empresa obtenga más rentabilidad. Un alto nivel de gastos puede lastrar los beneficios de tu negocio, ya que no siempre son gastos necesarios.
Por ejemplo, si usaras un software de gestión empresarial e hicieras facturas electrónicas, podrías reducir tus gastos de oficina, y también mejorarías la productividad de tu personal administrativo, ya que muchas tareas se podrían automatizar y no tendrían que hacerlas manualmente, con el coste/hora que eso representa para tu empresa.
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Etiquetas: gastoscostes fijoscostes variables
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