¿Cómo gestionar la relación con clientes morosos?
Samuel escribió este artículo el 26/01/2017, en la categoria: PYMES
En un buen software de facturación podemos tener un control de facturas impagadas, o clientes morosos. Cuando las facturas impagadas se acumulan, se pueden producir una gran cantidad de situaciones negativas. Entre ellas, que haya que hacer diversas gestiones para poder aplazar el pago del IVA, por un lado, y por otro, los problemas de liquidez que puede implicar para la empresa.
Sabemos que la gestión de la relación con clientes morosos no es fácil. En este post queremos brindarte algunos consejos para que puedas hacer frente a esta situación, así como también prevenir el riesgo de impago para que tu negocio no tenga que pagar las consecuencias.
Gestionar la relación con clientes morosos en tu negocio
Todos sabemos que un moroso es una persona o entidad que se retrasa en el plazo de pago. Cuando se retrasa el pago de la compra de un producto o servicio a una fecha posterior a la fecha de vencimiento, hablamos de que nuestro cliente está en mora o incurre en morosidad. Como señalan en Perebrachfield, una de las consecuencias de ésta es el cobro de intereses moratorios como indemnización por los daños.
Lo primero que debes tener claro es que hay dos medidas que se pueden tomar. En primer lugar, medidas preventivas para evitar posibles clientes morosos. Y en segundo lugar, tener un protocolo de actuación para actuar en caso de que un cliente tarde más en pagar.
1. Cómo prevenir la morosidad
Si queremos prevenir la morosidad de nuestros clientes, podemos tomar algunas medidas que nos ayudarán a garantizar, cuando menos, nuestro nivel de liquidez a pesar de que no se cobre el pago de una factura en el tiempo de vencimiento.
Entre esas medidas, una de ellas consiste en comprobar si tal persona o entidad se encuentra en algún registro de morosos como RAI, Experian, Cirbe, Asnef o Equifax. Estas entidades cuentan con información sobre incumplimiento del pago de facturas de personas físicas o jurídicas, según el caso.
Es de suponer que una entidad o persona física que tiene deudas probablemente tenga problemas para pagar, por lo que antes de suscribir un contrato, ha de notificársele dicha información y negociar las garantías de cobro de acuerdo a su situación. Por ejemplo, exigiéndole el pago por adelantado.
Otra de las medidas que se pueden tomar para prevenir la morosidad en tu negocio es contratar un seguro de crédito. Estas entidades permiten que, cuando no cobras una factura en el tiempo estipulado, recibas tu dinero antes de que el moroso efectúe el pago de la deuda, que ahora tendrá que sufragar a la entidad de seguros. Se trata de una forma de garantizar que vas a disponer de liquidez en los períodos de tiempo previstos.
También es de suma importancia definir claramente en el contrato cuáles serán las condiciones en las que se llevará a cabo la entrega del servicio. Pueden indicarse, por ejemplo, los intereses de demora a los que se sometería el cliente en caso de no pagar el producto antes del período de tiempo estipulado.
Una medida preventiva para asegurarnos del pago a tiempo, especialmente con los clientes que suscriban un concreto, es realizar una remesa bancaria. De esta forma, el banco paga directamente de la cuenta facilitada por el cliente a nuestra cuenta bancaria. Sólo en caso de que no hubiera fondos suficientes es cuando se produciría el impago.
2. Qué hacer con el impago de morosos
Cuando tenemos que hacer frente al impago de facturas, esto puede suponer un grave problema para la empresa en cuestión de liquidez. En este sentido, debemos ponernos en contacto con el moroso para notificarle que aún no se ha producido el pago. Comunicarnos de manera fluida, respetuosa e insistente con él será de vital importancia para cobrar la factura impagada.
El gran problema muchas veces a la hora de cobrar facturas impagadas es que no llevamos un buen control de cobros. Es decir, es posible que tengas tantos clientes que a veces pueda resultar una tarea ardua saber quién no ha pagado o quién se ha retrasado en el pago. En muchos casos, si no dispones de un buen software de facturación online que te permita visualizar las facturas no cobradas y te recuerde qué facturas no se han cobrado, es posible que te acabes olvidando.
Más allá del tiempo que dediquemos a la negociación y a la comunicación con el cliente, una alternativa es contratar a una empresa de abogados que se ocupe de la gestión de impagados o gestión de morosos. De esta forma, puedes delegar los inconvenientes de tener que llevar a cabo las reclamaciones, así como también aumentar las probabilidades de cobrar antes y añadir presión sobre el cobro.
En cualquiera de los casos, es importante llevar a cabo una buena gestión de cobros e impedir que las facturas impagadas se pierdan en tu libro de facturas, ya que esto te supondrá un descuadre en los números que hará que tengas menos liquidez de la que realmente te corresponde.
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