¿Qué pasa si he hecho mal una factura?

Una de las preocupaciones que puedes tener como autónomo es el proceso de facturación. Errar es humano, y meter la pata cuando vas a hacer una factura es lo más normal del mundo cuando las estás haciendo manualmente, y el proceso acaba convirtiéndose en una rutina insoportable.

Supongamos que ya crees que tienes todo listo para enviar la factura, le echas un ojo, se la envías al cliente... y ¡plum! Resulta que la factura tenía un error y ahora no sabes cómo solucionarlo.

En este artículo te vamos a hablar de diferentes situaciones en las que tu factura puede que tenga errores, y qué tienes que hacer en estos casos.

Qué hacer si tu factura tiene errores

Hay muchos casos en los que la factura que has hecho no es la opción más adecuada, ni más correcta. Vamos a ver cada uno de ellos:

1. Has hecho la factura con la fecha que no corresponde

Si has hecho una factura con la fecha mal, entonces tienes que corregirla y poner la fecha actualizada de la factura. Por ejemplo, supongamos que el servicio lo has terminado en el mes en curso y es en ese mismo mes cuando la quieres facturar, pero has puesto fecha del siguiente mes, y por lo tanto ya no entra en este trimestre.

En estos casos, lo que tienes que hacer si todavía estás a tiempo es corregir la fecha de la factura y volvérsela a enviar a tu cliente, indicando el error. Pero aquí tienes que tener cuidado, porque al cambiar la fecha de tu factura, puede que ésta tenga una fecha posterior a facturas siguientes que ya habías hecho, pero que tienen un código anterior.

Para no equivocarse, en estos casos puede ser más conveniente hacer una factura rectificativa, es decir, con otra serie (por ejemplo, FR-0028), y haciendo referencia a la factura que corrige. Y luego, esta vez sí, enviar la factura con el código y fecha actualizados a tu cliente.

2. Los datos fiscales de tu cliente están mal

Has puesto mal su dirección, o su CIF, o no has incluido el código postal, o el nombre o domicilio social del cliente. Esto es peliagudo, porque si tuvieras que presentar esa factura ante Hacienda por alguna razón, si el nombre del cliente está mal toda la factura esta mal y no puedes utilizarla como justificación de nada.

Para no equivocarse introduciendo una y otra vez el domicilio y los datos del cliente, lo mejor es que automatices esta función con nuestro software de facturación. De esta manera, no vas a tener ya que preocuparte por lo de siempre.

3. Te has comido un código de número de factura

Los números de factura deben ser consecutivos, sin saltos, a menos que se trate de un tipo diferente de factura. Por ejemplo, una factura rectificativa no va en la misma serie que una factura ordinaria normal y corriente. Pero esto es algo muy habitual, que pones un código que no es el correcto, y al final en tu libro de facturas hay saltos, lo cual es algo muy sospechoso si Hacienda te envía una inspección y ven estos fallos.

Ten en cuenta que cuando los números de factura no son consecutivos, estamos dando a entender que se han eliminado facturas, y que no se trata simplemente de errores administrativos. Pero Hacienda no puede saber si es que tienes la mala costumbre de borrar facturas sin mirar que los códigos sigan siendo consecutivos, o es que directamente borras las facturas que no quieres declarar.

Tenemos obligación de conservar las facturas que hacemos. Si están mal y ya no hay forma de modificarlas a tiempo, entonces tenemos que hacer una factura rectificativa. Pero no podemos estar borrando facturas ya entregadas a los clientes.

4. Tus datos no son los correctos

Esto puede pasar cuando te cambias de piso o de oficina, e informas a Hacienda y la Seguridad Social, pero luego sigues haciendo las facturas con la dirección antigua. O peor, no informas a Hacienda de los cambios en tu dirección, pero haces las facturas con tu dirección nueva.

Esto puede darte más problemas con las facturas recibidas, por ejemplo. Porque son facturas que usas para desgravarte, pero tendrán datos que son incorrectos, es decir, tu oficina, lo que puede llevar a la Agencia Tributaria, en caso de que tuvieras que presentar esas facturas, a no aceptarlas porque hay errores en su elaboración.

5. No desglosar los datos

Por último, otro error es de procedimiento. Los datos tienen que aparecer siempre desglosados: base imponible, IVA, IRPF correspondiente, y las cantidades resultantes de sumar y restar los impuestos antes indicados.

Si no estás haciendo esto correctamente, de acuerdo con tus obligaciones al darte de alta como autónomo, entonces puedes estar cometiendo un error bastante preocupante.

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