Criterio de caja del IVA: en qué consiste

Muchas pequeñas empresas, autónomos y negocios de venta de servicios al por menor suelen acogerse al criterio de caja del IVA. Entender este concepto y los requisitos para poder adherirse a este régimen del Impuesto del Valor Añadido es de gran importancia para que puedas obtener sus beneficios y reducir algunos riesgos financieros en tu empresa.

En este post te explicaremos qué es el criterio de caja del IVA, por qué es importante, a qué operaciones se aplica y cuáles son sus principales ventajas.

¿Qué es el criterio de caja del IVA?

El criterio de caja del Impuesto del Valor Añadido consiste en un régimen especial del IVA por el que empresarios y autónomos pueden tener la ventaja de no liquidar el IVA de las facturas que no hayan cobrado todavía.

Se trata de un régimen voluntario, para el cual es indispensable cumplir dos requisitos:

• No facturar más de 2 millones de euros al año.


• No superar la cantidad de 100.000 euros en cobros en efectivo a un destinatario durante el ejercicio anterior.

¿Cuáles son las operaciones a las que se aplica el criterio de caja del IVA?

Sólo hay algunas operaciones a las que se puede aplicar el criterio de caja del IVA, por lo que tu empresa puede beneficiarse de este régimen en el caso de que la operación se ajuste a este requisito.

Todas las operaciones sujetas a IVA pueden acogerse al criterio de caja, salvo las siguientes:

• Operaciones intracomunitarias.


• Operaciones de inversión del sujeto pasivo.


• Entregas de bienes libres de IVA (exportaciones).


• Importaciones y operaciones asimiladas a importaciones.


• Empresas y autónomos acogidos a los regímenes especiales del IVA de agricultura, ganadería y pesca o recargo de equivalencia.


• El autoconsumo de bienes y servicios.

Anteriormente, ya te explicamos todo lo que necesitas saber con respecto al Impuesto del Valor Añadido. Asimismo, es imprescindible que tengas claro cómo calcular el IVA.

¿Cómo adherirse al criterio de caja en tu empresa?

Si como autónomo o empresa cumples las anteriores condiciones y quieres adherirte al criterio de caja, lo puedes hacer a través de la presentación del modelo 036 o 037. Este modelo también sirve para darse de baja, y debes tener en cuenta que, de hacerlo, ya no podrás darte de alta hasta pasados tres años.

Es imprescindible que para que tenga aplicación lo hagas un mes antes del año natural en que se va a aplicar. A partir del inicio del ejercicio, tendrás que cumplir con una serie de obligaciones asociadas a este régimen especial:

• Tendrás que rellenar el modelo 303 del IVA. En este caso, tendrás que declarar únicamente el IVA de las facturas cobradas. Además, sólo podrás deducir el IVA de las facturas cobradas.


• No podrás deducir el IVA soportado hasta que no se hayan pagado las facturas.


• Debes justificar el cobro de la factura, o en caso de que se trate de una factura de gasto que quieras deducir, debes poder justificar el pago.


• El plazo para declarar el IVA de una factura pagada será de cuatro años


• En caso de no pagar el IVA antes del 31 de diciembre del siguiente año, tendrás que anticipar dicha liquidación a la Agencia Tributaria.

Ventajas de acogerse al criterio de caja

Acogerse al criterio de caja del IVA, en caso de que cumplas los requisitos, puede suponer importantes beneficios operativos para tu negocio:

1. Mejora del flujo de caja

Gracias al régimen del criterio de caja del IVA, puedes diferir el pago del IVA al momento en el que se cobre la factura, evitando así tener que pagar por adelantado. Esto te ayuda a aliviar la presión financiera de tu empresa y realizar un mejor manejo de la tesorería.

2. Menor riesgo de impago

Muchas empresas y autónomos que tienen que hacer frente al pago del IVA se encuentran con la realidad de que todavía no han cobrado sus facturas. Esto puede provocar que tengan problemas de liquidez, lo que a su vez implique un mayor riesgo de que no puedan hacer frente a sus pagos a corto plazo.

3. Impulso de la competitividad

Las pymes y autónomos que no tienen que adelantar el IVA de facturas no cobradas pueden ser más competitivas, ya que cuentan con una mayor flexibilidad financiera y pueden llevar a cabo una mejor gestión del flujo de efectivo.

Al no tener que enfrentar grandes dificultades para contar con liquidez, podrán invertir esos recursos en otras áreas del negocio en lugar de tener que realizar pagos anticipados.

4. Optimización de la gestión administrativa

Cuando las empresas o autónomos tienen que llevar a cabo el pago anticipado del IVA de facturas no cobradas, esto supone una mayor carga administrativa y burocrática, ya que deben mantener el control de las operaciones para tener una idea clara de su nivel de liquidez real.

Un ERP puede aportar bastantes ventajas a la hora de visualizar los datos para facilitar la gestión administrativa en las empresas que tienen que anticipar el IVA de las facturas no cobradas, así como también en aquellas que se pueden acoger al régimen del criterio de caja del IVA.

5. Protección contra la morosidad

Hay determinados sectores donde es habitual que los clientes paguen a 30 días, por lo que es muy común que si no se acogen al régimen del criterio de caja tenga que anticipar el pago del IVA.

Para no tener que llevar a cabo este desembolso y sufrir la morosidad de los clientes, lo mejor es poder acogerse al criterio de caja del IVA.

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