Qué es el margen de beneficio y cómo mejorarlo
¿Cómo mejorar tu margen de beneficio? Un aspecto que deben tener muy claro los empresarios, emprendedores y autónomos es que ingresos nunca es igual a beneficios. La producción de cualquier servicio o producto supone un coste, por lo que debes asegurarte de que tu margen de beneficios sea suficiente no sólo para cubrir todos los costes de tu empresa, sino también para ayudarte a crecer.
En el post de hoy nos vamos a enfocar en cómo mejorar el margen de beneficio, algo muy importante que nunca debes olvidar si quieres que tu negocio sea sostenible y rentable.
Qué es el margen de beneficio
Antes de seguir avanzando, sería bueno saber qué es el margen de beneficio. El margen de beneficio es simplemente la diferencia entre el precio de venta al público y los costes de producción o adquisición del producto o servicio.
Se trata de un margen que puede ser margen neto (después de impuestos) o margen bruto (antes de impuestos), pero en el que hay que tener en cuenta los costes variablemente (propiamente ligados a la producción o adquisición de esa unidad) y los costes fijos de la empresa.
Generalmente sólo hablamos de margen de beneficio refiriéndonos a los costes variables. Ejemplo: si compro un producto a mi proveedor por 6 euros y lo vendo a 15 euros, obtendría un beneficio de 9 euros. Sobre el precio final de venta o ingresos finales, significa que tendrías un beneficio del 60%, frente a un 40% que serían los gastos.
Si quieres una fórmula para calcular el margen de beneficio, sólo tendrías que dividir 9/15 (=0,60) y 6/15 (0,40) y multiplicar el resultado de cada uno por 100.
Ahora bien, aquí solamente estás teniendo en cuenta los costes de adquisición o fabricación del producto. Hay que tener en cuenta también aquellos costes fijos que no tienen relación directa con ese producto, pero que también tienes que asumir. Por ejemplo, mano de obra, marketing y publicidad, gasto eléctrico, etc.
Por tanto, ten en cuenta que unos márgenes de beneficio muy pequeños no te permitirán asumir los costes fijos de tu negocio, a menos que vendas una enorme cantidad de productos o servicios.
Cómo mejorar el margen de beneficio: 5 ideas clave
Lo primero para mejorar el margen de beneficio es saber cómo calcularlo. Por eso, antes de poner en práctica estos consejos, asegúrate de que sabes cómo hacerlo.
Dicho esto:
1. Sé consciente de los precios reales en tu sector
Es posible que estés vendiendo a un precio muy por debajo del de mercado. Esto se puede adoptar como una estrategia empresarial low cost. El problema es que necesitas vender mucho para que te resulte rentable. Y para vender mucho, vas a tener que invertir mucho en publicidad y marketing.
Por tanto, ten claro que no siempre vender mucho es igual a rentabilidad (lee el post Cómo te ayuda un ERP a mejorar tu rentabilidad). Puede que tu margen de beneficio sea tan pequeño que los costes fijos hagan que tu negocio no sea rentable.
2. Mejor productos pequeños que grandes
Te sorprendería saber que, si miramos los porcentajes, una empresa puede sacar mucho más margen de beneficio vendiendo productos pequeños y baratos que productos grandes y caros.
Los productos grandes y caros suelen ser más difíciles de vender, y además, pueden dejar un menor margen de beneficio. En cambio, un producto que compres por 1 o 2 euros te da muchas más posibilidades para luego venderlo por 5 o 6 euros y estar obteniendo unos márgenes mucho mayores.
Es verdad que en dinero ganas menos que si vendes un producto grande, pero el margen de beneficio puede ser mayor y te supone menos riesgo y es más fácil de manejar para tu tesorería. Necesitas vender productos baratos, con buen margen y fácil venta, además de productos caros.
3. No cometas errores al calcular el margen de beneficio
Cometer errores te puede llevar a tener mal los números. Si utilizas la fórmula que te hemos dado antes, es mucho más fácil calcular el margen de beneficio. El problema es que muchas personas lo plantean de otra manera, calculan el margen de beneficio sobre el precio de coste y no sobre el precio de venta final.
Por ejemplo, si yo sé que un producto me cuesta 6 euros y quiero obtener un 60% de beneficio, parece fácil. Le sumo a 6 ese 60% de beneficio que quiero conseguir y asunto concluido. Pero sería un ERROR. Es decir, sería erróneo decir que 6 + (0,60 * 6) = 6 + 3,60 = 9,60 . Si lo vendes a 9,60 como precio final, no estarías obteniendo un 60% de beneficio.
Para obtener un 60%, de beneficio tienes que comprar a 6 y vender a 15 para ganar 9.
4. Cuidado con los descuentos
Ten en cuenta que muchos descuentos no justificados se descuentan de tu margen de beneficio. Es decir, tu proveedor quizás no te haga ningún descuento, pero tú haces un descuento a tus compradores de un 15% del precio final de venta.
Eso significa que tu margen de beneficio final será del 45% y no del 60. Pero imagínate que sólo obtuvieras un 20% de margen, si haces un descuento tan grande significa que apenas sacarías un 5% de beneficio producto. Claramente es un modelo de negocio que tiene muchos riesgos y difícilmente resultaría rentable.
5. Controla bien tus costes fijos
Porque insistimos, no te fijes sólo en la mercancía y sus costes, o en los costes de producción, o en la mano de obra si vendes servicios. Debes tenerlo todo en cuenta, incluyendo luz, agua, teléfono, publicidad, impuestos, etc.
Si tus márgenes de beneficio son muy bajos, te va a costar mucho mantener tu negocio a flote. Una buena ayuda para que tengas unas buena panorámica de esta situación sería utilizar un programa de gestión empresarial que te permita visualizar claramente ingresos y gastos, así como los beneficios que finalmente obtienes.
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Etiquetas: beneficiosventasgastosingresoscostes de producciónmargen de beneficio
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